El Salvador.– El presidente Nayib Bukele asumirá su segundo mandato consecutivo en El Salvador el 1 de junio de 2024, a pesar de la prohibición constitucional que impide la reelección inmediata. Este hecho ha sido posible gracias a un fallo favorable de la Sala de lo Constitucional, cuyos magistrados fueron nombrados por su partido, Nuevas Ideas (NI).
Apoyo popular y acusaciones de irregularidades
Bukele goza de un amplio respaldo popular, reflejado en su alta aprobación, la cual llegó al 91% en marzo del año pasado, según una encuesta de La Prensa Gráfica. Este apoyo se debe en gran parte a sus políticas de seguridad que han reducido significativamente la violencia pandillera. Sin embargo, su reelección ha sido objeto de denuncias por parte de la oposición, que acusa irregularidades en las elecciones de febrero y cuestiona la legalidad de su candidatura.
Control absoluto y autoritarismo
Analistas, como Óscar Picardo, director del Centro de Estudios Ciudadanos (CEC) de la Universidad Francisco Gavidia, prevén que Bukele consolidará un modelo de «control absoluto» en su nuevo mandato, caracterizado por una gobernanza autoritaria con escaso espacio para la democracia. Según Picardo, hay un «miedo generalizado» entre diversos sectores de la sociedad, incluyendo empresarios y académicos, que temen represalias por criticar al gobierno.
Cambios constitucionales y preocupaciones jurídicas
La Asamblea Legislativa, dominada por el partido oficialista, ha asumido facultades para reformar la Constitución de manera exprés, lo cual ha sido criticado por juristas que señalan la violación de normas pétreas del texto constitucional. Esta situación genera incertidumbre sobre posibles reformas futuras, incluyendo la reelección indefinida.
Desafíos económicos
A pesar de los logros en seguridad, el futuro económico de El Salvador es incierto. Picardo señala que el país enfrenta un «debilitamiento económico» debido a la falta de inversión extranjera y el alto endeudamiento. Esto podría llevar a una crisis a mediano plazo. La economía es vista como el factor crucial que podría debilitar la popularidad de Bukele, dado que la población empieza a priorizar las preocupaciones económicas sobre las políticas de seguridad.
Contraste entre seguridad y economía
La popularidad de Bukele se ha mantenido alta gracias a sus medidas en contra de las pandillas, pero la situación económica podría ser un desafío significativo. La administración actual ha sido criticada por no haber avanzado suficientemente en áreas como la educación y la economía, aspectos esenciales para una buena gestión gubernamental.
Perspectivas y futuro
El nuevo mandato de Bukele será observado de cerca tanto a nivel nacional como internacional. Su capacidad para mantener el apoyo popular dependerá en gran medida de su gestión económica y de cómo maneje las críticas sobre su estilo de gobernar. La estabilidad económica y la generación de empleo serán claves para su éxito en este segundo periodo presidencial.
Nayib Bukele inicia su segundo mandato en un contexto de apoyo popular, pero con significativos desafíos políticos y económicos. Su gobierno deberá equilibrar la consolidación de sus políticas de seguridad con la necesidad de fomentar el desarrollo económico y preservar los principios democráticos.