El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, firmó este lunes el decreto del indulto de Navidad de este año, en el que autoriza el perdón de la pena a los agentes de seguridad pública condenados por delitos culposos, es decir, sin intención, en el ejercicio de su profesión.
Se trata de la primera vez que esta medida de gracia se otorga a una categoría profesional específica. De este modo, el decreto se aplicará a las condenas de policías y personal militar de las Fuerzas Armadas por delitos no intencionados relacionados con operaciones para garantizar la ley y el orden.
Los delitos cometidos durante los días libres del personal policial o militar solo podrán ser indultados si el tribunal considera que la acción tenía la intención de prevenir cualquier otro delito o estaba en riesgo derivado de la profesión.
Además de este colectivo, también podrían ser perdonados los detenidos con problemas de salud graves o aquellos que quedaron físicamente discapacitados después de los crímenes. Este tipo de indulto, llamado humanitario, sí había sido otorgado en años anteriores.
La concesión de indultos está contemplada en la Constitución brasileña como prerrogativa del presidente de la República y puede extenderse a los presos que no hayan cometido delitos con amenazas o violencia graves, no hayan cometido crímenes atroces, ni delitos sexuales o contra la administración pública.
La medida impulsada por Bolsonaro supone un cambio de criterio. El mandatario, durante la campaña electoral de 2018, afirmó estar en contra de tal concesión, porque sostenía que representaba un estímulo para el crimen.