Tal pareciera que el régimen dictatorial de la Habana no coge cabeza, a juzgar por las últimas informaciones que dan cuenta de un incremento de las actividades del espionaje chino en territorio cubano, algo que preocupa y disgusta grandemente al gobierno de los Estados Unidos.
Se disparan las alarmas
Las tensiones se han ido recrudeciendo, sobre todo luego de que algunos informes de inteligencia revelaran la presencia de estaciones de escucha en la isla caribeña. Por otro lado, según un reportaje de junio de 2023 publicado por The Wall Street Journal, la República Popular China y Cuba habrían acordado establecer un nuevo sitio de espionaje para recopilar información de señales, conocido como SIGINT.
En un principio, la pasada administración demócrata de Joe Biden, restó importancia al asunto tildando los informes de “inexactos”, pero luego, “desclasificó información de inteligencia que mostró que instalaciones de recopilación de señales operadas por los chinos habían estado funcionando en Cuba desde al menos 2019″.
Algunos analistas, han dicho que es muy probable que estas actividades del espionaje chino, hayan tenido sus inicios hace más de una década: “Los rumores sobre la presencia de inteligencia china en la isla parecen haber comenzado con la visita de Chi”, señalan los informes en referencia al viaje del general chino Chi Haotian a Cuba en 1999. Sin embargo, especialistas como R. Evan Ellis, investigador de la Escuela de Guerra del Ejército de Estados Unidos, piensan que los chinos pueden haber estado involucrados en esta actividad desde 1993″.
Cuba, una espina en el c….lo de los Estados Unidos
La isla de Cuba, a tan solo 90 millas náuticas de la gran nación del norte, comenzó a llamar la atención de los sucesivos gobiernos norteamericanos desde 1962, durante la llamada “crisis de los misiles” cuando el mundo estuvo a punto de la hecatombe nuclear, y en suelo cubano se instalaran bases de misiles nucleares de alcance medio de origen soviético. Luego de esto, la presencia soviética en la isla siempre se hizo presente, sobre todo desde el punto de vista del espionaje. La Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS), mantuvo en Cuba la famosa base de Lourdes, un enclave militar de espionaje electrónico con equipos, antenas parabólicas, satélites, computadoras, etc., de 28 millas cuadradas, donde en su época más activa llegaron a trabajar 1,500 ingenieros y técnicos soviéticos.
Dado que el acceso a esta base estaba vedado a los cubanos, en 1995, Cuba y Rusia llegaron a un acuerdo mediante el cual, el Kremlin construiría una base similar a Lourdes para el uso exclusivo del gobierno cubano, esta base fue construida en Bejucal. Posteriormente, en 1999, el estado cubano llegó a un acuerdo con China mediante el cual, personal militar chino utilizaría la base de Bejucal junto a los cubanos… y lo más importante, la base utilizaría los satélites de comunicación de China.
Ahora, ha salido a la luz, la construcción de nuevas instalaciones chinas en las localidades del Wajay y El Salado
El territorio insular, dada su cercanía con la gran nación del Norte, representa una ubicación estratégica para la vigilancia de las comunicaciones y actividades del ejército estadounidense, la costa sureste de Estados Unidos está llena de bases militares, cuarteles generales de comandos, estaciones de lanzamiento espacial y sitios de pruebas.
El que juega con fuego termina quema’o
El secretario de Estado, Marco Rubio, encabeza el esfuerzo de la actual administración para frenar la expansión china en el Caribe y en su más reciente visita a la República Dominicana, Rubio calificó a los regímenes de Cuba, Venezuela y Nicaragua como un peligro para la estabilidad en la región y la paz mundial, especificando la cuestión de la presencia China y Rusa en la isla de Cuba y sobre todo el tema del espionaje.
Todo parece indicar, que la estrategia de la administración Trump, apunta cada vez más a ejercer presión económica y política para evitar así una intervención militar en Cuba, pero a pesar de eso yo le diría a la dictadura cubana: cuida’o, la paciencia tiene límites, y el que juega con fuego, termina quema’o.